*Columna de opinión de Juan Martín Manghi para Semanario Regional
El miércoles 25, Escobar fue el
escenario de una gran inundación que afectó a todo el distrito. Hasta el
momento, se contabilizan dos personas muertas (Ayrton Rubén Francisquelli, de
20 años y Laureano Lara Rodríguez, de 71 años) y más de 200 familias evacuadas.
Esta situación no es nueva: durante años los distritos de la cuenca del Río
Luján se ven afectados por importantes inundaciones producto de una
planificación urbana en función de los intereses de emprendimientos urbanísticos
privados (countries y barrios cerrados) y el crecimiento descontrolado de
edificios torre en el casco urbano.
Como venimos denunciando hace tiempo, junto a las
organizaciones ambientales de la zona, esta situación se agravó a partir del
boom inmobiliario en toda la zona norte donde todos los intendentes han
propiciado la modificación del ordenamiento urbano transformando a las áreas
protegidas (humedales y alrededores, donde precisamente debe escurrir el agua)
en zonas habitables. Los beneficiarios han sido los Constantini y O’Reilly,
promotores de emprendimientos inmobiliarios de lujo en la zona de humedales.
El intendente es el principal responsable de esta
catástrofe. Su gobierno, en un tratamiento exprés, modificó la zonificación del
partido en función de los grandes negociados inmobiliarios. Todo ello ocurrió
pese a las advertencias de las organizaciones ambientales y especialistas en el
tema. Fiel a su estilo, el municipio emitió un comunicado responsabilizando a
la gran cantidad de lluvia que se precipitó y a Autopistas del Sol por no hacer
mantenimiento. Insólito.
Dos días después, un grupo de vecinos
autoconvocados se acercó al municipio y fueron atendidos por representantes del
gobierno. Allí acompañamos el reclamo de la falta de obra pública y la falta de
un plan de contingencias frente a una situación que se repite a menudo.
Asimismo, se denunció a la policía local que amenazó a los afectados por el
corte de una calle. Frente a todo esto, el subsecretario de Desarrollo Social
Carlos Tabares no tuvo mejor idea que decirle a los afectados “si no quieren
inundarse, presenten una lista y ganen las elecciones”. Nos retiramos de la
reunión para decidir los pasos a seguir y se acordó una asamblea de los
inundados para la semana entrante.
Por una salida independiente del
gobierno y la oposición patronal
Para terminar con las inundaciones y el acaparamiento de la tierra para la especulación inmobiliaria es necesario un reordenamiento urbano sobre nuevas bases: exención de impuestos a la vivienda única e impuestos extraordinarios a la gran propiedad onerosa para financiar un plan de obra pública destinado a desagües y cloacas (que la mayoría de las barriadas no tiene). Indemnización para todos los afectados para la reconstrucción de sus hogares. Por otra parte, está planteada la derogación de la Ordenanza 14896/14 de “rezonificación” que invade los humedales y cursos naturales de agua. Los bloques oficialistas y la oposición apoyaron de manera unánime estas modificaciones, con las consecuencias a la vista. Sólo la acción independiente de los trabajadores frente a estos bloques puede abrir un camino para la satisfacción a estos reclamos.
Juan Martín Manghi
Candidato a Concejal por el Partido
Obrero – Frente de Izquierda