Los trabajadores de Kraft/Terrabusi se han declarado en “asamblea permanente” en las instalaciones de la planta en Pacheco, una ocupación resuelta en las últimas horas del martes 18, ante el despido de 160 trabajadores, entre los que se incluyen la totalidad de la Comisión Interna (CI) y el Cuerpo de Delegados y tres congresales del STIA (Sindicato de la Alimentación). Una movilización que llegó a congregar unos 400 compañeros, en la que participó el PO de Zona Norte, culminó en un acto en apoyo a la lucha en la puerta de la planta, a metros de Henry Ford y Panamericana, con la participación de la CI.
La patronal argumenta como causal de los despidos masivos el paro resuelto por los trabajadores en las vísperas del 9 de julio frente a la desidia de la empresa en tomar medidas de prevención e higiene frente a la gripe A, con compañeras afectadas y en cuarentena, y su negativa a conceder asueto a los trabajadores para concretar una desinfección de la planta. La empresa inició, además, juicio de desafuero a los delegados pretextando que éstos impidieron la salida del personal jerárquico en aquel momento.
Las razones de los despidos no son éstas. La patronal ha lanzado una ofensiva brutal contra una organización gremial independiente de la burocracia del STIA, que constituye un nuevo capítulo de una prolongada batalla por imponer su dictadura en la fábrica. Hacia fines del 2008 decidió no renovar los contratos de 80 trabajadores, después vinieron los retiros voluntarios. Del total de delegados electos por los trabajadores la patronal reconoce a menos de la mitad. En mayo pretendió descontar el día y sancionar a trabajadores que se habían movilizado en defensa de la comisión interna frente a un juicio iniciado por la patronal. Luego vino la provocación a raíz de la gripe A.
Hay producción, hay ventas, Kraft/Terrabussi está entre las primeras doscientas empresas del país por facturación y ganancias reconocidas, sus trabajadores cobran en promedio un salario que no llega a cubrir la mitad de la canasta familiar. La razón de la ofensiva es política, no económica.
Lo que está en juego en la lucha de los trabajadores de Kraft/Terrabusi es su cuerpo de delegados, el derecho a organizarse y actuar contra la patronal. La mano de la burocracia de Daer está detrás de este conflicto.
Está planteado un paro y movilización de todo el gremio de la alimentación, por un inmediato plenario de delegados para resolverla. Asambleas en todas las plantas.
Ni un trabajador afuera, abajo el desafuero a sus delegados.
Todos a las puertas de Kraft/Terrabusi.
Christian Rath
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