jueves, 14 de mayo de 2009

Ya hay decenas de miles de despedidos y más de cien mil trabajadores suspendidos

La bancarrota capitalista no es una crisis pasajera. En Argentina ya hay decenas de miles de despidos y más 100 mil trabajadores suspendidos. Se prevé, para todo el mundo, que 50 millones de personas perderán su empleo este año.

Es probable que usted -a través de una suspensión, de vacaciones anticipadas, o incluso de un despido-, ya esté soportando las consecuencias de esa crisis.

No hay semana que pase sin que se anuncie un nuevo cierre. Los trabajadores responden ocupando la fábrica.

Los gobiernos no están enfrentando la crisis con la finalidad de defender el derecho al trabajo, sino de rescatar al sistema capitalista y a los capitalistas responsables de la crisis.

Todos ellos están recurriendo a los fondos del Estado para salvar a bancos y a capitalistas quebrados. Lejos de superar la crisis, la están agravando, porque provocarán la bancarrota del propio Estado y de la moneda nacional.

Los contribuyentes y los trabajadores acabaremos pagando este ‘default' estatal.Ahora, marchan a la bancarrota del propio Estado.

El gobierno K está vaciando las cajas jubilatorias para rescatar a sus capitalistas. El matrimonio con la Anses y Scioli con el IPS (Instituto de Previsión Social) de la provincia están sacando el dinero de los jubilados, de la salud, de la educación, de los planes de vivienda para salir al rescate de los capitalistas en crisis y no tan en crisis.

Mientras tanto, de octubre hasta acá, unos 100.000 compañeros perdieron sus puestos de trabajo.

Los Carrió, Macri o De Narváez quieren que el Fondo Monetario Internacional se encargue del rescate. Esto significará congelamiento de salarios y jubilaciones, con tarifazos, impuestazos y más despidos.

Las salidas de los capitalistas y sus políticos sólo van a llenar el país de desocupados y de mayor miseria social.

Hay otra salida a la crisis.

1) Prohibir las suspensiones y despidos. Que se repartan las horas de trabajo sin afectar el salario. Inmediato aumento de salarios y reapertura de paritarias.
2) Nacionalizar la banca y el comercio exterior para terminar con la fuga de capitales.
3) Nacionalizar toda empresa que cierre, sea por vaciamiento o quiebra.
4) Colocar a la Anses bajo control de representantes electos de trabajadores y jubilados, para asegurar el 82% móvil a los jubilados.

Solamente el Partido Obrero plantea este programa. Los restos del Frepaso, como Sabbatella y Solanas, insisten por cierto en que los trabajadores no paguen la crisis, ¡pero no quieren que la bancarrota la paguen los capitalistas! Esto es imposible. Por eso, los denunciamos como demagogos electoralistas.

El que quiere los fines -que la crisis NO la paguen los trabajadores- tiene que querer los medios: que la crisis la paguen los capitalistas.

Y sus políticos.

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